Limona no solo brilla en cócteles: su delicado sabor y crianza en madera lo hacen perfecto para tomarlo solo.
Disfrútalo a temperatura ambiente y acompáñalo con una tabla de quesos —desde quesos suaves hasta un Brie cremoso— para realzar sus matices frutales y especiados.
🍽️ Maridajes propuestos
Quesos (más allá del Brie clásico)
-
Comté o Gruyère curado → afinidad con lactonas y notas de frutos secos de la barrica.
-
Queso azul suave (Gorgonzola Dolce) → contraste salino y cremoso que realza dulzor frutal.
Frutas y frutos secos
-
Rodajas finas de pera fresca o membrillo en conserva → refuerzan ésteres frutales.
-
Nueces pecanas o almendras tostadas → puente entre notas de madera y fruta.
Elementos dulces
-
Tarta tatin de manzana → eco aromático total (manzana caramelizada + vainilla).
-
Chocolate blanco con ralladura de limón → sinergia limoneno-vainillina.
Elementos salados
-
Jamón ibérico de bellota → umami y grasa que redondean el alcohol y resaltan notas dulces.
-
Paté de ave con toque de naranja confitada → puente entre grasa y cítricos.
Opcional toque experimental
-
Pequeños bocados de espárragos verdes a la parrilla con ralladura de limón → maridaje sorprendente por afinidad con compuestos verdes y cítricos.